HAMBRE EMOCIONAL

El hambre emocional es utilizar la comida para sentirse mejor.

Comer cuando queremos celebrar algo no es malo; en ocasiones, todos recurrimos a la comida para celebrar, buscar un poco de confort o como un premio. El problema es cuando esto se hace nuestro principal mecanismo para manejar nuestras emociones, cuando el primer impulso que se tiene al sientirnos estresados, enfadados, cansados o aburridos es ir a buscar comida. 

Pero el hambre emocional nunca va a ser satisfecho con comida. Al comer cuando tienes hambre emocional, es posible que tengas un pequeño momento donde te sientes bien, pero inmediatamente después te das cuenta de que la causa del comer emocional no desaparece y, en la mayoría de los casos, el comer te lleva a sentirte peor.

* Las diferencias entre hambre emocional y el hambre real

Hambre física    Hambre emocional
Va aumentando con el tiempoAparece de repente y de forma abrupta.
Se siente el hambre en el estómagoDeseo de algo específico e ideas de comida en particular
Deseo de variedad de alimentosNecesidad de comidas hipercalóricas, fritas o altamente procesadas. 
Satisfacción tras comer suficiente y paradaComer en exceso o tener atracones de comida y no sentir satisfacción
No hay sentimientos negativos mientras comesAparece sentimiento de vergüenza o culpa después de comer

* CAUSAS:

  • Manejo de las emociones: es una forma de silenciar temporalmente las emociones incómodas (como la ira, el miedo, la tristeza, la ansiedad, la soledad, …).
  • Aburrimiento o sentimiento de vacío: como forma de distracción, comida hipercalórica. Por otro lado, cuando la persona se siente insatisfecha y vacía, la comida es una forma de ocupar su boca y su tiempo; llena y distrae de los sentimientos subyacentes de falta de propósito e insatisfacción con tu vida.
  • Hábitos construidos desde la infancia: a veces los padres recurren a la comida para premiar o castigar y es así como muchas personas desarrollan este vínculo entre la comida y el manejo de ciertos comportamientos o emociones.
  • Influencias sociales: reunirse con otras personas para una comida es una excelente manera de aliviar el estrés. Además, se puede comer en exceso en situaciones sociales por nerviosismo.
  • Estrés: Cuando el estrés es crónico, el cuerpo produce altos niveles de cortisol, la hormona del estrés. El cortisol provoca antojos de alimentos salados, dulces y fritos, alimentos que te brindan una explosión de energía y placer.

TRATAMIENTO 

Algunas cosas que pueden ayudar son: 

  • Aliviar el estrés de otro modo

Escribir en un diario personal, leer o encontrar unos minutos para relajarse y liberarse de la tensión del día. Probar distintas actividades hasta encontrar la adecuada para uno.

  • Moverse

Caminar o practicar yoga pueden ayudar en momentos particularmente emocionales. El yoga regular puede ser una medida preventiva útil para ayudar a liberarse de estados emocionales como la ansiedad y la depresión.

  • Meditar

La meditación es de gran ayuda como tratamiento para el trastorno por atracones y el comer emocional. Ejercicios como respirar profundamente y concentrarse en la respiración por un momento, algo que se puede hacer en cualquier lugar y momento, ayudan a desconectar del estresor.

  • Registro de ingestas

Llevar un registro de lo que se come y cuándo puede ayudar a identificar los factores desencadenantes que conducen a comer emocionalmente.

  • Mejorar el vínculo con la comida

La prohibición de ciertos alimentos por miedo a subir de peso o como parte de una dieta provoca que se mantenga un vínculo emocional con ellos. La comida no debería de hacer sentir mal o bien; es nuestro combustible. Habituarse y normalizar algunos alimentos genera pérdida de interés en ellos.

  • Cambiar hábitos

El comer despacio ayuda a estar más consciente de las razones por las que se come, así como saber si se está satisfecho. Asimismo, el comer sin distracciones ayuda a tener una ingesta menor. 

  • Ver otras formas de manejar las emociones

Cuando no se es consciente de lo que sucede dentro de uno, es más fácil que se tienda a recurrir a cosas externas, como las dietas y otras formas de restricción de alimentos, que sólo lleva a desear más la comida y a perder el control alrededor de ella. 

Hay que analizarse y ver qué es lo que nos hace sentir bien, hacerlo, y centrarnos en las formas de cuidar nuestra máquina: nuestro cuerpo y nuestra mente.

  • Si se siente deprimido o solo, llamar a alguien que siempre haga sentir bien, juega, o mirar algo que lleve a un buen recuerdo.
  • Si se está ansioso, gastar esa energía nerviosa bailando o haciendo cualquier otra actividad física.
  • Si se siente agotado, tomar una taza de té caliente, darse un baño,…
  • Si se está aburrido, leer un buen libro, mirar un programa de comedia, explorar el aire libre o hacer una actividad que guste (tocar la guitarra, dibujar, colorear, etc.)

Y si necesita ayuda para identificar y gestionar el problema, la psicoterapia es la mejor opción.