AMAXOFOBIA o miedo a conducir

Las personas con Amaxofobia o miedo a conducir sufren un alto grado de ansiedad cuando se ponen frente al volante.

Normalmente, evitan las autovías, conducen demasiado lentos o se limitan a conducir por el carril derecho, no frecuentan puentes y túneles, y no conducen en días lluviosos, ante el miedo a tener ataques de ansiedad o de pánico. Necesitan ir acompañados o poner música alta para no sentir miedo.

Estas personas no sólo sufren este miedo a la hora de conducir, sino también yendo como copilotos, donde el control es aún menor.

Hoy sabemos que factores como el estrés, la influencia mediática, etc. son determinantes a la hora de despertarse la amaxofobia. El 28% de la población la padece, pero la buena noticia es que existen medios para tratarla y superarla.

* SÍNTOMAS

Sienten un aumento de ansiedad (ansiedad anticipatoria), tienen pensamientos obsesivos e imaginan películas mentales negativas. Son síntomas mentales y emocionales.

También son muy comunes los síntomas físicos como palpitaciones, falta de respiración, dolor en pecho, temblores, sudores, náuseas y mareos.

* CAUSAS

  • Haber tenido un accidente, en primera persona, o que le haya ocurrido a otro y ser testigo. En estos casos, son vivencias que generan un trauma en la persona.
  • A veces, es un síntoma más de Agorafobia, un estado de ansiedad permanente cuando la persona se encuentra en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil o en las cuales, en el caso de aparecer una crisis de angustia inesperada, no podría recibir ayuda. Como rasgo característico de esta causa es que las personas con agorafobia destacan el miedo en autopistas, autovías y puentes, vías mucho más abiertas que una carretera convencional, por lo que aumenta la sensación de descontrol y, por tanto, de miedo. Al percibir el peligro, el nivel de ansiedad aumenta, y al notar que la ansiedad comienza a crecer, ésta alimenta el miedo, y con él se exacerban las reacciones fisiológicas.

También se ha apreciado que las personas con amaxofobia y agorafobia tienen una mayor tendencia a depender de los demás, ya que en muchas ocasiones tienen poca confianza en sí mismos. En muchos casos esto se debe a que recibieron una educación demasiado sobreprotectora que no les alentó a enfrentarse a sus miedos.

* TRATAMIENTO

La psicoterapia es la mejor herramienta para trabajar cualquier tipo de fobia.

Lo primero que se hace es evaluar al paciente para reconocer la causa del problema, y a partir de ahí, se trabaja sobre ello. Son muy útiles y eficaces técnicas como:

–    Hipnosis. La hipnosis es una técnica muy rápida y eficaz en el tratamiento de las fobias. A través de la hipnosis accedemos al inconsciente, a esos recuerdos, sensaciones y pensamientos que han causado la fobia o siguen alimentándola. Cuando detectamos esas creencias limitantes, colocamos en su lugar otras ideas para recuperar el control. Combinando la exposición en imaginación con el estado de hipnosis se consigue descondicionar la ansiedad al estímulo fóbico, pudiendo condicionar en la mente del paciente un estado de relajación en lugar de ansiedad a la situación fóbica o al estímulo fóbico temido.

–    EMDR. Si en la base de la fobia se encuentra un trauma, con esta técnica te ayudamos a reprocesar esa experiencia. El objetivo es disminuir su impacto emocional negativo.

–    Relajación. El miedo genera una serie de cambios físicos que sólo sirven para incrementar la ansiedad. Se enseña al paciente a identificar esas señales, para que aprenda a relajarse a tiempo y pueda evitar los ataques de pánico.

–    Visualización. La imaginación es una herramienta muy poderosa, por lo que podemos utilizarla para aprender a lidiar con las situaciones que atemorizan.